EL
DESARROLLO PSICOMOTRIZ.
RESUMEN
El desarrollo psicomotor, o la progresiva
adquisición de habilidades en el niño, es la manifestación externa de la
maduración del Sistema Nervioso Central (SNC). La proliferación de las
dendritas y la mielinización de los axones son los responsables fisiológicos de
los progresos observados en el niño. La maduración del SNC tiene un orden
preestablecido y por esto el desarrollo tiene una secuencia clara y predecible:
el progreso es en sentido céfalocaudal y de proximal a distal. Mas aún, si un
niño nace antes de término, la maduración del cerebro continúa su progreso casi
igual que en el útero. Es por esto que al prematuro menor de 36 semanas de edad
gestacional se le "corrige" su edad, restándole a la edad cronológica
aquellas semanas que le faltaron para llegar a termino.
Existen factores que favorecen un adecuado
progreso psicomotor. Éstos son: una buena nutrición, un sólido vínculo
madre-hijo y una estimulación sensorial adecuada y oportuna. Las neuronas
requieren de oxigeno y glucosa para vivir y desarrollarse. En animales de
experimentación se ha demostrado el efecto positivo de la estimulación
sensorial tanto en el desarrollo de las neuronas como en desempeño motor y
social. En niños institucionalizados se ha demostrado el efecto positivo de la
estimulación en el progreso de las habilidades, logrando incrementar el
cuociente intelectual en forma significativa al mejorar la estimulación.
Los factores que frenan el desarrollo psicomotor
son aquellas condiciones que pueden producir un daño neuronal irreversible como
son: una hipoxia mantenida, la hipoglicemia, y las infecciones o traumatismos
del SNC. Otros factores son, la ausencia de un vinculo madre-hijo adecuado y la
falta de estimulación sensorial oportuna. Existen ademas ciertas condiciones
congénitas o adquiridas durante la gestación, o posterior al parto que pueden
alterar el desarrollo del niño. Los factores de riesgo se pueden dividir en
prenatales, perinatales o postnatales.
Los factores prenatales son: infecciones
intrauterinas (virus de inclusión citomegálica), genetopatías (Síndrome de
Down) y otros. Los perinatales son: asfixia neonatal (hipoxemia),
hiperbilirrubinemia, prematurez extrema, hipoglicemia clínica, infecciones
neonatales (Sepsis), apneas, síndrome de dificultad respiratoria (hipoxemia),
convulsiones neonatales, hipertensión intracraneana y anemia aguda (por
hipoxemia, hipovolemia.). Por último, entre los postnatales: hay que mencionar:
hipotiroidismo, enfermedades metabólicas (fenilquetonuria), convulsiones de
difícil manejo (Síndrome de West), meningitis/meningoencefalitis, traumatismo
encéfalocraneano grave e hipoestimulación severa (padres adictos a drogas,
depresión materna.)
Evaluación del Desarrollo Psicomotor
Los niños sanos siguen un patrón de desarrollo o de
adquisición de habilidades. Este patrón es claro y se han definido hitos
básicos, fáciles de medir, que nos permiten saber cuándo un niño va progresando
adecuadamente. Con ellos se han elaborado pruebas objetivas de evaluación del
desarrollo considerando cuatro áreas: motricidad gruesa, motricidad fina,
sociabilidad y lenguaje. Existen pautas de "screening" o tamizaje,
rápidas de aplicar (10-15 minutos), que seleccionan niños de riesgo o retraso
pero no precisan el área del daño o la magnitud del retraso. Estas pruebas son,
entre otras: el Test de Denver (USA) y el EEDP (Escala de Evaluación del
Desarrollo Psicomotor) de Soledad Rodríguez y cols. (Chile.) Existen otras
pruebas de evaluación del desarrollo psicomotor, que son más largas de aplicar
(40-50 min) y que requieren de personal entrenado pero que tienen la ventaja de
poder definir mejor el retraso, su magnitud y las áreas de mayor problema.
Estas pruebas son el Bailey (USA), el Mullen (USA) y el Griffiths (Inglaterra),
entre otras.
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